¿Por qué un académico es clave para un reality?

Es uno de los más connotados musicológos de Chile que ha investigado la música popular y que ha presentado ambiciosamente el legado vivo de América Latina al mundo. Es Juan Pablo González que desde su oficina en Almirante Barroso cuenta esta nueva experiencia de ser una pieza clave en un estelar prime de la televisión abierta. ¿Por qué aceptó? Porque la Universidad Alberto Hurtado tiene una apertura a la contemporaneidad y le importa lo que ocurre en la sociedad chilena con toda su diversidad, cuenta. Por lo demás,  tiene coherencia con su labor que es sacar el mundo de la música de esta especie de torre de marfil que la academia pone, comenta.

González cuenta que en este programa evalúa el arte del transformismo integral, considerando transformatividad, performatividad y canto lo que lo tiene viendo varios programas internacionales. “Lo complejo es evaluar que además de cantar deben entregar algo propio. No basta con ser afinado, tienen que interpretar, es muy exigente el proceso”, aclara.

 El programa cuenta además con una escuela para que los postulantes tengan una posibilidad de aprendizaje y de refinamiento de sus habilidades artísticas. Y el jurado, además del musicólogo es acompañado por un destacado compositor y director de orquesta que es Sebastián Errázuriz,   la actriz Ingrid Cruz y la transformista uruguaya Nicole Gautier, cuenta.

Los cuatro jurados califican cosas distintas: “Yo evalúo cómo interpretaron la canción porque tienen que lograr una versión propia, en situaciones complejas. Hay una que se llama Luz Violeta que cantó la canción “Yo soy aquel” de Rafael, es muy interesante el juego de espejos que se produce en esa presentación”, comenta.

Para el profesor hay situaciones técnicas como la respiración, el fraseo, y la perfomance que hay que corregir, además considerando que cada dos programas se elimina a uno de ellos, siempre elegir es complicado.

¿La meta es buscar al mejor Drag Queen?

-Sí. Ese nombre que viene del teatro isabelino, porque en la época de Shakespeare no era permitido que las mujeres actuaran, por eso los personajes femeninos los hacían hombres vestidos de mujer. De ahí viene esa palabra, acrónimo de Dress as a Girl, el drag queen lleva esa práctica a la expresión máxima de producción y sobretodo es que te das cuenta que es un hombre, no un transexual. La propuesta de la construcción de la mujer desde el hombre es lo interesante.

González explica que esta experiencia en la televisión abierta es una pieza clave de análisis de un workshop en la Universidad de Oviedo, donde el tema es el vínculo de la musicología con los medios, que en el caso de la musicología en Chile es prácticamente nulo. “Me ven raro en la televisión, yo soy el profesor serio y el severo, pero bueno, mi historia de vida ha sido legitimar el campo de la música popular desde lo académico”, concluye.

Juan Pablo González

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