¿Por qué?

Vivimos en un mundo definido por la velocidad de los cambios. Un mundo que necesita cada vez más de ideas, de pensamientos, de valores humanistas, de la empatía. ¿Cómo dotamos de significado a los cambios de hoy?
Quienes se desenvuelven en las Humanidades y en las Ciencias Sociales suelen ser quienes plantean las preguntas esenciales. Los que cuestionan el status quo. Los que, en medio del vertiginoso ritmo de la inmediatez, de los resultados, de la productividad, se preguntan por el sentido de lo que hacemos, el sentido del ser humano.
¿De qué modo participamos en la globalización si no comprendemos quiénes somos y qué es aquello que nos hace singulares como personas, como ciudadanos, como nación? Sin las Humanidades no es posible traer al presente las lecciones del pasado, ni comprender mejor lo que nos hace humanos a través del arte y otras manifestaciones de la cultura, ni dotar a los acelerados cambios científicos y tecnológicos de un marco ético. Sin las Ciencias Sociales -como la Economía, la Sociología, la Geografía-, no es posible transformar el crecimiento económico en verdadero desarrollo: aquel que, más que riqueza, lo que crea es una sociedad equitativa, justa, creativa, humana.
Textos y entrevistas del sitio: Carmen Sepúlveda, periodista.

La Mujer: el gran desafío de la Iglesia católica en el siglo XXI

Mayo, 2017 | Cultura, Género y diversidad, Videos, Visitas

Dr. José Casanova

Compartir esta publicación

EmailFacebookWhatsAppTwitter

“El desafío es definir los temas del mundo femenino desde la igualdad y el desarrollo social, de lo contrario la secularización es una amenaza en las sociedades latinoamericanas”, explicó el destacado Doctor en sociología de la religión de la Universidad de Georgetown, José Casanova, de visita en la U. Alberto Hurtado.

Invitado por el Centro Teológico Manuel Larraín, el Dr. Casanova dictó la conferencia “Religiones en tiempos de globalización: ¿Conflicto o paz?, que abordó el impacto de una institución, quizás la más antigua del mundo, en el acontecer actual de Europa, Estados Unidos y América Latina. El académico subrayó que el pluralismo religioso y la mujer son los pilares indispensables para  armar un plan estratégico.

-Han habido escándalos de abusos sexuales en sacerdotes tanto en Chile como en Estados Unidos, pero así y todo la Iglesia católica se sostiene: ¿Por qué?

-Las denuncias de los abusos sexuales son una realidad, pero es sólo una parte porque la iglesia es una inmensa institución que trabaja y está muy comprometida con los movimientos sociales, populares e indígenas. El Papa latinoamericano es muy amigo de los movimientos populares y ganó legitimidad en Norteamérica y en Europa con la visita a El Cairo por la relevancia  social de su mensaje. Si vemos desde una perspectiva global, la iglesia con el Papa jesuita Francisco recobra legitimidad. Es el primer Papa no europeo en muchos siglos y el primero latinoamericano; el primer Papa religioso después de 181 años y el primer Papa jesuita en la historia de la Iglesia. Es una voz global, que ha mostrado una faceta a la iglesia católica más conectada con temas como el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Estar en contra del divorcio, el aborto o del matrimonio homosexual eso está ahí, no lo voy a cambiar porque soy hijo de la iglesia,  pero no es lo más importante. Lo más importante es el evangelio, y las dimensiones para mantener la paz en el mundo, y en ese escenario el Papa lo ha hecho muy bien.

-¿Ganaría más legitimidad si cambia su posición en el tema feminista?

-Sí claro, la iglesia católica tiene una serie de problemas que tendrá que afrontar. Si trabaja por los pobres son las mujeres las más pobres de todos por tanto debe integrarla. Hasta que la iglesia católica no se enfrente críticamente con los sínodos de los tiempos y piense en dar poder a las religiosas, está en deuda. Y eso tendrá que llevar a repensar cómo potenciar el desarrollo social y la igualdad de la mujer porque si el mundo femenino cree que la iglesia no la toma en serio como mujer, como persona, seguirá creciendo esta incipiente secularización femenina en las sociedades latinoamericanas. Hay un montón de desafíos para poder recuperar la confianza y  la mujer es clave, así como también el pluralismo religioso.

-La religión como el islam se usa para que seguidores del Estado Islámico genere violencia-

-El sentido violento surge en estos grupos que no son religiosos al principio, pero se radicalizan frente a sociedades que no los tratan bien  y de repente ya una vez radicalizados encuentran el islam. La historia  de todos las yihadistas que han cometido violencia en Francia, Inglaterra o el 11 de Septiembre, fueron personas que estuvieron en prisión por cuestiones de criminalidad social y se han radicalizados. El islam les da legitimidad para poder radicalizarse porque el poder de la religión tiene el poder de legitimar la violencia. El gran poder de la religión es que puede ser al mismo tiempo paz y violencia, pero sin religión no habrá paz en el mundo. El islam es tan complejo como cualquier otra religión, pero su fin es la paz, cuando se saludan dicen “salam” que significa paz. La paz es una virtud fundamental de la religión monoteísta.

-¿El estado secular puede encontrar la paz?

-El estado secular que defiende la libertad de creencias y de ideología y que el mismo no da privilegios, es el estado que necesitamos en el mundo.

-¿Por qué se justifica tener religión?-

-No se justifica. Existen porque la gente lo necesita. Las personas buscan la trascendencia, una humanidad sin trascendencia es un problema.

Links UAH:
Facultad de Filosofía y Humanidades
Postgrado UAH
Ediciones UAH

Otras publicaciones que te pueden interesar