¿Por qué?

Vivimos en un mundo definido por la velocidad de los cambios. Un mundo que necesita cada vez más de ideas, de pensamientos, de valores humanistas, de la empatía. ¿Cómo dotamos de significado a los cambios de hoy?
Quienes se desenvuelven en las Humanidades y en las Ciencias Sociales suelen ser quienes plantean las preguntas esenciales. Los que cuestionan el status quo. Los que, en medio del vertiginoso ritmo de la inmediatez, de los resultados, de la productividad, se preguntan por el sentido de lo que hacemos, el sentido del ser humano.
¿De qué modo participamos en la globalización si no comprendemos quiénes somos y qué es aquello que nos hace singulares como personas, como ciudadanos, como nación? Sin las Humanidades no es posible traer al presente las lecciones del pasado, ni comprender mejor lo que nos hace humanos a través del arte y otras manifestaciones de la cultura, ni dotar a los acelerados cambios científicos y tecnológicos de un marco ético. Sin las Ciencias Sociales -como la Economía, la Sociología, la Geografía-, no es posible transformar el crecimiento económico en verdadero desarrollo: aquel que, más que riqueza, lo que crea es una sociedad equitativa, justa, creativa, humana.
Textos y entrevistas del sitio: Carmen Sepúlveda, periodista.

La corrupción se combate con la verdad en la mano

Junio, 2015 | Economía, Sociedad, Videos, Visitas

José Antonio Viera Gallo

Compartir esta publicación

EmailFacebookWhatsAppTwitter

En una América Latina impactada por casos de corrupción, el presidente de Chile Transparente, José Antonio Viera Gallo pone el foco en fortalecer las instituciones, sacar de sus cargos a los involucrados y transformar la rabia ciudadana en un activo social.

 

¿Por qué duele tanto que la prensa internacional apunte a Chile como un país corrupto? “Es cierto que algunos sostienen que este circuito mundial de América Latina debiera dar cuenta que la corrupción reemplazó a la política y que las malas prácticas han ido minando el funcionamiento normal de las instituciones, pero Chile no es un país corrupto”. Con estas palabras el Presidente de Chile Transparente, José Antonio Viera Gallo dio inicio a la inauguración del año académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado, lo hace en un momento en que la comunidad universitaria se da una pausa para bajar el dedo acusativo de los culpables y reflexionar en el futuro y poder mejorar el orden de las cosas.  

El abogado de la Universidad Católica sostuvo que todo lo que se ha dicho tiene un lado de verdad, pero que  nuestro país no ha llegado al punto de estar capturado por el crimen organizado como sucede en Argentina, Brasil, Paraguay, Venezuela, Perú  y México. Lo que sí sucede es que atravesamos una crisis de envergadura que daña nuestra autoestima e imagen internacional, por lo mismo, es urgente conversarlo y asumir que la corrupción es un germen intrínseco a los gobiernos y frente a la amenaza latente, lo importante es evitar que no contamine a la sociedad, evitar la condescendencia con los culpables, menos cuando hoy los ciudadanos están cada vez más informados.

Viera Gallo que ha sido protagonista de la política nacional de los últimos 25 años, apunta a la oportunidad de convertir la indignación ciudadana en energía transformadora y para eso es condición que todos actúen con la verdad en la mano y apartar de las responsabilidades políticas a los vinculados con los escándalos. De lo contrario propuestas como el Informe Engel, se quedarán en sólo buenas intenciones. Cuando se plantea un cambio ambicioso en materia de probidad y al mismo tiempo, se piensa que se puedan llevar a cabo con las personas cuestionadas manteniéndolos en sus cargos se da pie a la duda. Acusar a quien atente contra la ley en una república es esencial para mantener la libertad, se evita así que la indignación de los ciudadanos, víctimas del abuso, recurran a la violencia para poner término a esos atropellos, señaló.

Lo que la comunidad chilena tiene a su favor es un movimiento anticorrupción global,  que va más allá de sus fronteras y a gobernantes con la oportunidad de modernizar y hacer más transparente al Estado. “La permanencia de la vigilancia debe ser un principio constitucional y asumir un esquema de probidad ambicioso el desafío para hacer que el fraude sea una práctica muy, pero muy difícil de llevarla a cabo”.

Links UAH: 
Facultad de Derecho
Postgrado UAH
Ediciones UAH

Otras publicaciones que te pueden interesar