¿Por qué?

Vivimos en un mundo definido por la velocidad de los cambios. Un mundo que necesita cada vez más de ideas, de pensamientos, de valores humanistas, de la empatía. ¿Cómo dotamos de significado a los cambios de hoy?
Quienes se desenvuelven en las Humanidades y en las Ciencias Sociales suelen ser quienes plantean las preguntas esenciales. Los que cuestionan el status quo. Los que, en medio del vertiginoso ritmo de la inmediatez, de los resultados, de la productividad, se preguntan por el sentido de lo que hacemos, el sentido del ser humano.
¿De qué modo participamos en la globalización si no comprendemos quiénes somos y qué es aquello que nos hace singulares como personas, como ciudadanos, como nación? Sin las Humanidades no es posible traer al presente las lecciones del pasado, ni comprender mejor lo que nos hace humanos a través del arte y otras manifestaciones de la cultura, ni dotar a los acelerados cambios científicos y tecnológicos de un marco ético. Sin las Ciencias Sociales -como la Economía, la Sociología, la Geografía-, no es posible transformar el crecimiento económico en verdadero desarrollo: aquel que, más que riqueza, lo que crea es una sociedad equitativa, justa, creativa, humana.
Textos y entrevistas del sitio: Carmen Sepúlveda, periodista.

Jóvenes endeudados: La odisea de llegar a fin de mes

Junio, 2016 | Calidad de vida, Economía, Entrevista

Lorena Pérez

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Lo sabe un adulto responsable: comprar sin posibilidad de pago es el camino al caos. Pero, ¿qué le dice el modelo neoliberal a un joven urbano recién titulado?: Que puede consumir o subir de status social. Sobre jóvenes endeudados investigó la académica Trabajo Social de la Universidad Alberto Hurtado, Lorena Pérez, buscando identificar la red urbana que permite que este grupo consuma sin tener un peso.

La investigación Fondecyt 2015 de Lorena Pérez, Licenciada en Trabajo Social de la Pontificia Universidad Católica, Doctora en Ciencias Humanas Aplicadas de la Universidad de Montreal y académica de la Universidad Alberto Hurtado

Buscar evaluar cómo el endeudamiento se transforma en una situación problemática en jóvenes adultos escolarizados de Montreal y Santiago de Chile. Si bien, esta investigación está comenzando, arroja los siguientes resultados preliminares que tienen que ver con la identificación de dos tipos de deudores.

El primero, los jóvenes adultos de Montreal ven el endeudamiento como una dificultad en tanto han interiorizado el discurso de la responsabilidad individual y la autonomía financiera promovido por las agencias crediticias y la sociedad canadiense. “Ellos sienten que se enfrentan a un problema, puesto que no pueden responder al modelo de individualización promovido socialmente”. Y el segundo grupo, son jóvenes adultos chilenos que representan el endeudamiento como un problema cuando observan a la sociedad chilena como incapaz de sostener su promesa de movilidad social, vía la obtención de un diploma universitario.

“Ellos sienten haber realizado todo lo esperable para disfrutar de las ventajas económicas atribuidas al estatus profesional, pero en los hechos, el endeudamiento contraído no conduce a la situación esperada, sino más bien precariza, aún más, su situación y la de sus familias”, explica Pérez. 

Los resultados de esta investigación ponen en evidencia cómo los procesos de endeudamiento de ambas situaciones se sostienen básicamente en relaciones sociales. Para endeudarse en Chile, la mayoría de las veces, es necesario acudir a avales y en el caso de deudores estudiados, esta exigencia se expande más allá de la red familiar primaria: amigos, jefes de los padres, vecinos, entre otros personas que  se involucraban directamente en los procesos de obtención de los créditos.

Es esta red social, lo que este proyecto de investigación quiere profundizar, es indagar en las estrategias que las familias jóvenes utilizan para gestionar sus deudas, los circuitos relacionales de pago, las priorizaciones económicas que realizan y las justificaciones que movilizan sobre sus decisiones financieras. 

¿Por qué es importante identificar las razones de endeudamiento de los recién titulados?. Simple: permitirá identificar requerimientos para la elaboración de programas sociales que permitan prevenir la conducta juvenil y/o apoyar a aquellas jóvenes que ya se encuentran en esta misma situación.

-Según el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), el 37 por ciento de los jóvenes entre 18 y 29 años en Chile está endeudado. Estas cifras tienen eco en este estudio.

-La elección de trabajar con familias jóvenes urbanas se justifica por razones teóricas y en un contexto. Son la generación de familias jóvenes adultas que nacieron durante el período de implementación de modelo económico y político neoliberal, que implica que el acceso a bienes y servicios dependieron casi exclusivamente de la posición socioeconómica de sus padres.  El acceso al mercado de bienes y servicios son prácticas que constituyen a esta generación y que redefinieron los modelos de integración social: las generaciones de jóvenes en Chile fueron socializadas en el ethos del mercado.

-¿Qué otros elementos presenta esta población?

-Se reconoce que son una población en riesgo por las dificultades de inserción al mundo del trabajo, del aumento sostenido en los valores de las matrículas universitarias cuyo efecto es que una importante cantidad de jóvenes comiencen su carrera profesional con deudas y por las políticas de liberación del crédito y sus campañas de fidelización de clientes que promueven agresivamente el acceso al crédito.  En efecto, la VI Encuesta Nacional de Juventud revelan un importante endeudamiento entre la juventud chilena con ingresos propios. El mayor promedio de deudas lo presentan los jóvenes pertenecientes a la clase media urbana.

Lorena Pérez.
 

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