¿Por qué?

Vivimos en un mundo definido por la velocidad de los cambios. Un mundo que necesita cada vez más de ideas, de pensamientos, de valores humanistas, de la empatía. ¿Cómo dotamos de significado a los cambios de hoy?
Quienes se desenvuelven en las Humanidades y en las Ciencias Sociales suelen ser quienes plantean las preguntas esenciales. Los que cuestionan el status quo. Los que, en medio del vertiginoso ritmo de la inmediatez, de los resultados, de la productividad, se preguntan por el sentido de lo que hacemos, el sentido del ser humano.
¿De qué modo participamos en la globalización si no comprendemos quiénes somos y qué es aquello que nos hace singulares como personas, como ciudadanos, como nación? Sin las Humanidades no es posible traer al presente las lecciones del pasado, ni comprender mejor lo que nos hace humanos a través del arte y otras manifestaciones de la cultura, ni dotar a los acelerados cambios científicos y tecnológicos de un marco ético. Sin las Ciencias Sociales -como la Economía, la Sociología, la Geografía-, no es posible transformar el crecimiento económico en verdadero desarrollo: aquel que, más que riqueza, lo que crea es una sociedad equitativa, justa, creativa, humana.
Textos y entrevistas del sitio: Carmen Sepúlveda, periodista.

Incendios Forestales: ¿Cuánto sabemos de la protección de los bosques?

Agosto, 2019 | Calidad de vida, Entrevista, Medio ambiente

Tomás Undurraga

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Entre enero y febrero de 2017 se quemaron más de 587 mil hectáreas en Chile, noticia que motivó al doctor en sociología y académico de la Universidad Alberto Hurtado, Tomás Undurraga a preguntarse sobre el nivel de conocimiento y las formas de valoración del medio ambiente. Aquí, la historia de la investigación que hará un scanner al área técnica, política y mediática en la prevención de los megaincendios.

El sitio web bosqueseincendios.com parte diciendo que los incendios forestales son uno de los problemas más graves en Chile y que han generado controversias en torno al origen antrópico del fuego y a las dificultades del Estado, de las empresas forestales y de las comunidades para controlarlo. El sitio es de la investigación Fondecyt de Iniciación encabezado por el Dr. Tomás Undurraga, profesor del Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado. ¿Qué ruta recorrió el sociólogo para llegar a estudiar el aparataje que rodea a los incendios?

La obsesión por entender a los expertos 

Tomás Undurraga, quien vivió 11 años en Inglaterra y  es autor del libro “Divergencias. Trayectorias del neoliberalismo en Argentina y Chile (Ediciones UDP, 2014)”, cuenta que llegó a este Fondecyt como resultado de investigaciones anteriores donde entender el papel de las profesiones y los técnicos  era central: “La pregunta por la experticia para facilitar o dar a conocer los problemas siempre estuvo en mi cabeza”, comenta.

Primero fueron los economistas e intelectuales en las distintas formas de capitalismo que se desarrolló en Argentina y Chile. Luego, en su trabajo postdoctoral, estudió cómo los periodistas y formadores de opinión producen la esfera pública económica como traductores de información compleja en las redacciones de los periódicos económicos en Brasil. Una vez de regreso a nuestro país el desafío fue buscar qué sector podía ser fértil para hacer una nueva investigación. Le interesaban temas conectados con el capitalismo contemporáneo, la producción de conocimiento y la comunidad real, recuerda.  Y en eso estaba cuando el país se vio enfrentado a los megaincendios forestales del 2017: “Y ahí me di cuenta que los incendios eran materia de urgencia pública en una escala sin precedentes en el caso chileno y además como resultado de un fenómeno mundial que es el calentamiento global”, explica.

Efectivamente, mientras los noticiarios mostraban la controversia entre los técnicos, la oposición y el subsecretario Mahmud Aleuy que informaba desde la ONEMI los avances para combatir el fuego, Undurraga identificó su objeto de estudio que serían: el conocimiento de los expertos sobre el medio ambiente, la relación con la política, el involucramiento de los actores económicos, y la comprensión del público lego sobre qué hacer frente a los incendios. Así nace el proyecto Fondecyt de Iniciación (No. 11180611) que tiene como título “Incendios Forestales y Nuevo Régimen Climático. Conocimiento y Valoración de los Bosques del sur de Chile”, y en el que participan dos ayudantes, Felipe Márquez, Magister en Sociología UAH y Nicolás Díaz, antropólogo UCh, además de dos tesistas de magister, Claudia Florín y Javier Araneda.

Cómo lo hará 

Undurraga describe que estudiar cuáles son los procesos de valoración y de conocimientos de los diferentes actores de la red de lo forestal tiene un lado teórico y un lado práctico. ¿Y cómo llegará a estos datos?  “En términos metodológicos estamos realizando dos etnografías en terreno, entrevistas en profundidad con expertos en el tema, y un estudio histórico de las normativas y cambios en las regulaciones. Hemos encontrado interesantes trabajos de historiadores, antropólogos y geógrafos, además de estudios sobre regulación de suelos, del agua y de los nuevos mecanismos de certificación de la industria forestal”, explica.

-¿Desde qué lugar se analizará el rol político?-

-La política está por varios lados: en la regulación y en las reglas que rigen al sector forestal; en las políticas de conservación de bosques nativos, y en la coordinación de actores públicos y privados en la prevención de los incendios. Los incendios forestales son en su mayoría de origen antrópico, es decir, tienen que ver con orígenes humanos. Ahora, eso no significa que la responsabilidad cae exclusivamente en personas individuales. Aquí la política está al medio respondiendo en qué medida tiene capacidad de regular el uso territorial de la industria forestal, y proteger bosques para la conservación. Un aspecto interesante de los incendios forestales es que han revelado que no es suficiente actuar de manera independiente ni como empresa, sector o comunidad específica, sino que han obligado a generar nuevas prácticas de colaboración entre actores públicos y privados.

Otra de las aristas metodológicas será la cobertura  periodística de los incendios, que tiene que ver con la dimensión pública y cómo se comunica el desastre. La pregunta acá es en qué medida lo que era una cobertura de un fenómeno natural, pasó  a ser un problema público, técnico y político.

El académico explica que el cambio climático es una nueva realidad, que significa asumir una transformación no sólo en la relación de las personas con la naturaleza, sino en la forma cómo pensamos el desarrollo del país. En ese sentido, el cambio climático es una oportunidad para repensar cómo vivimos los chilenos, cómo producen las empresas, cómo cuidamos el medio ambiente y cómo el Estado asegura un grado de justicia intergeneracional sobre el medio ambiente que recibirán nuestros hijos. El cambio climático no es un problema ambiental, es un problema de desarrollo país, sentencia.

“Chile es uno de los diez países más vulnerables frente al cambio climático. Eso tiene que ver con la sequía de cuencas en la zona centro-sur, con el cambio en el régimen de lluvias, el aumento de temperaturas, y con la creciente posibilidad de mega-incendios forestales. Me parece fundamental entender el papel de los bosques como servicios ecosistémicos, y de los incendios como una de las principales amenazas que debemos enfrentar”, explica.

-¿Y a nivel ciudadano por qué es importante esta investigación?-

-En particular me parece muy relevante la capacidad de los ciudadanos de entender cómo funcionan los incendios, de qué manera podemos generar prácticas que permitan evitarlos y prevenirlos y cuán vulnerables somos frente a ellos.

Links UAH:
Facultad de Ciencias Sociales
Postgrado UAH
Ediciones UAH

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