¿Por qué?

Vivimos en un mundo definido por la velocidad de los cambios. Un mundo que necesita cada vez más de ideas, de pensamientos, de valores humanistas, de la empatía. ¿Cómo dotamos de significado a los cambios de hoy?
Quienes se desenvuelven en las Humanidades y en las Ciencias Sociales suelen ser quienes plantean las preguntas esenciales. Los que cuestionan el status quo. Los que, en medio del vertiginoso ritmo de la inmediatez, de los resultados, de la productividad, se preguntan por el sentido de lo que hacemos, el sentido del ser humano.
¿De qué modo participamos en la globalización si no comprendemos quiénes somos y qué es aquello que nos hace singulares como personas, como ciudadanos, como nación? Sin las Humanidades no es posible traer al presente las lecciones del pasado, ni comprender mejor lo que nos hace humanos a través del arte y otras manifestaciones de la cultura, ni dotar a los acelerados cambios científicos y tecnológicos de un marco ético. Sin las Ciencias Sociales -como la Economía, la Sociología, la Geografía-, no es posible transformar el crecimiento económico en verdadero desarrollo: aquel que, más que riqueza, lo que crea es una sociedad equitativa, justa, creativa, humana.
Textos y entrevistas del sitio: Carmen Sepúlveda, periodista.

Estudio revela que quienes rechazan a los migrantes son principalmente hombres de extrema derecha

Octubre, 2020 | Calidad de vida, Cultura, Entrevista, Sociedad

Nicolás Rojas Pedemonte

Director del Centro Vives UAH

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Los discursos de clasismo y racismo contra la migración se instalan en twitter en un grupo de chilenos que se definen
nacionalistas y comprometidos con el “Rechazo” a la nueva Constitución. Así lo establece el “Barómetro de la Percepción de la Migración”, realizado por el Servicio Jesuita a Migrantes, la Fundación Interpreta y el Centro Vives de la Universidad Alberto Hurtado.

Un barómetro es un instrumento que mide la presión atmosférica, y si lo aplicamos para medir la presión a un grupo social, podríamos decir, que identifica grados de conflictos o de máximas tensiones en un determinado momento histórico.

El Barómetro de la Percepción de la Migración realizado por el Servicio Jesuita a Migrantes, la Fundación Interpreta y el Centro Vives de la Universidad Alberto Hurtado midió por dos años y medio -entre el 1 de enero del 2018 y el 11 de agosto del 2020- el rechazo y la discriminación hacia los migrantes en nuestro país en las redes sociales, especialmente Twitter.

Son hombres de derecha 

El estudio analizó 1.453.884 tweets de usuarios de la red social, de los cuales 211.780 tweets fueron categorizados como abiertamente discriminatorios (14,5% del total y provenientes de 53.293 autores únicos). De los 1.000 autores de las cuentas de Twitter que generaron el 30% del total de mensajes discriminatorios (en total son más de 50 mil autores), la mayor parte corresponde a hombres de ideología nacionalista, clasista y colonial-racista, autodefinidos ideológicamente a la “Derecha de la Derecha”, comprometidos con el “Rechazo” a la nueva Constitución, y declarados como anticomunistas y antiglobalistas. Por sus intereses culturales, no se asocian a una élite, serían, según indica el estudio, un grupo socioeconómico transversal, ni ilustrado ni interesado en valores “posmaterialistas”, tales como la vida sana, la cultura, el medio ambiente, etc.

Por qué se eligió twitter 

El director del Centro Vives de la UAH, Nicolás Rojas Pedemonte explica que se eligió para este monitoreo la red social twitter porque es por excelencia la red social de discusión pública y por su enorme incidencia en la agenda política. “El 40% de los trending topics de Twitter se transforman en noticia y son llevados a los medios tradicionales”, explica.  Además, sostiene que  Chile tiene 15 millones de usuarios activos en internet, con una penetración en la población de un 79% y con 26 millones de celulares, como reporta el Informe Hootsuite de  enero de 2020. Concretamente, el 33% de esta población se informa únicamente por redes sociales. La Encuesta CEP, confirma que el nivel de confianza que los usuarios chilenos tienen de la información de redes sociales es equiparable a la valoración que la dan a la información que se transmite por la radio, en donde cerca de 30% de las personas dicen confiar mucho o bastante en estos medios. “En este contexto, nos pareció oportuno monitorear la discusión migratoria en Twitter y una gran oportunidad para acceder y analizar el cerca de 1 millón y medio de tweets sobre migración que se publicó en Chile entre enero del 2018 y agosto de 2020”, concluye.

-El hallazgo de este monitoreo alerta que quienes más discriminan son personas de derecha, una realidad que se repite en países europeos como Italia, por ejemplo. -¿Usted cree que este rechazo a la migración responde a una tendencia global de intolerancia o en Chile es diferente?-   

-Tristemente el populismo de la clase política ha entendido a nivel global que es muy rentable a nivel electoral instrumentalizar la discusión migratoria. Si bien las personas que discriminan a la población migrante y rechazan los derechos migratorios no son la mayoría,  tienen un alto compromiso ideológico con la extrema derecha y los transforma en voto fácil y seguro cuando se les promete una agenda de populismo punitivo y control migratorio. Generalmente estas ideologías basadas en la caricaturización del “otro”, en la negación de lo diverso y distinto, existen en todos los países, y conectan muy bien con la construcción política y artificiosa del enemigo interno y externo que despliegan los líderes populistas.

La construcción de un adversario 

-¿Qué responsabilidad en este rechazo hacia los migrantes, le atribuye al gobierno que, en plena pandemia informaron de un contagio en un cité donde vivían haitianos?-

-El discurso de las autoridades y de los medios de comunicación es particularmente incidente en la construcción de la migración como un “problema”. Desde la campaña presidencial de 2017 fuimos testigos de la instrumentalización política de la migración y una de las primeras medidas que tomó el gobierno actual fue discriminar a los ciudadanos haitianos con requisitos exclusivos de ingreso al país. Comenzaron a desarrollar una política migratoria de espalda a la academia, de espalda a los datos, y de cara a las encuestas y a las redes sociales. Construyendo así en la causa antimigrantes y particularmente, anti haitianos, la bandera del piñerismo en los primeros meses  del gobierno. En campaña asociaron artificiosamente la migración a la delincuencia y luego en ejercicio del poder ejecutivo, fueron capaces incluso de comunicar cifras fantasmas sobre la cantidad de migrantes irregulares en el país. El objetivo era claro, construir un adversario común. La comunidad haitiana posiblemente parecía ese enemigo ideal que podía desatar en la audiencia, y digo audiencia porque aplican criterios de marketing frente a la ciudadanía, el racismo y el clasismo históricamente incubado en un país atravesado por los problemas de convivencia y de exclusión de su diversidad.

El estudio  agrega que los peaks discriminatorios se relacionan a eventos noticiosos sobre la población haitiana, entre los que destacan la llegada de aviones con ciudadanos haitianos del 28 de febrero del 2018, las imágenes de 176 ciudadanos haitianos en el llamado vuelo “retorno humanitario” que dejó bajo el avión a  55 personas que iniciaron estadía en Parroquia Santa Cruz el 7 de noviembre del 2018 y, por último, la  muerte de la médico haitiana Rebeka Pierre el 16 de mayo del 2019. En cuanto a eventos políticos la mayor reacción discriminatoria fue el 28 de mayo cuando en plena pandemia el ex Ministro de salud, Jaime Mañalich, declaró públicamente “no saber sobre niveles de pobreza y hacinamiento”. Esta dramática realidad social, como también la muerte de Rebeka Pierre, en vez de desatar compasión en los sectores antimigrantes detonaron una oleada de tweets discriminatorios.

Este seguimiento devela que en el rechazo a los ciudadanos haitianos se conjuga el racismo colonial con la “aporofobia” o discriminación clasista, como fue clasificada en este estudio. La discriminación racial y socioeconómica desplegada contra la población haitiana en Twitter, no es sutil, sino explicita. Y es tal su nivel, que incluso la dramática muerte de la doctora haitiana Rebeka Pierre, se transformó en un hito propicio para opinar en contra de la migración.

Según, los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y el Departamento de Extranjería y Migración, en colaboración con la Policía de Investigaciones, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Servicio de Registro Civil, en Chile existen 1.492.522 personas extranjeras residentes habituales, lo que implica un aumento absoluto de 242.157 personas y un aumento relativo de 19,4% respecto del año 2018, año en que la cifra estimada se situó en 1.250.3651 personas. Gran parte del aumento en la población migrante se explica por el crecimiento asociado a la comunidad venezolana, que se instala como el grupo extranjero más numeroso en el país, aumentando un 57,6% respecto al año 2018, y alcanzando un total de 455.494 personas, equivalente al 30,5% del total de inmigrantes extranjeros en el país. La segunda comunidad más prevalente continúa siendo la histórica presencia de personas de Perú, con 235.165, mientras que el colectivo haitiano se consolida en tercer lugar, con un total de 185.865 personas, correspondientes al 15,8% y 12,5%, respectivamente. Con todo, tal como lo evidencia este estudio y las recientes políticas migratorias son los ciudadanos haitianos quienes concentran la atención de quienes se oponen a la migración y al derecho a la movilidad humana.

Links UAH:
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