¿Por qué?

Vivimos en un mundo definido por la velocidad de los cambios. Un mundo que necesita cada vez más de ideas, de pensamientos, de valores humanistas, de la empatía. ¿Cómo dotamos de significado a los cambios de hoy?
Quienes se desenvuelven en las Humanidades y en las Ciencias Sociales suelen ser quienes plantean las preguntas esenciales. Los que cuestionan el status quo. Los que, en medio del vertiginoso ritmo de la inmediatez, de los resultados, de la productividad, se preguntan por el sentido de lo que hacemos, el sentido del ser humano.
¿De qué modo participamos en la globalización si no comprendemos quiénes somos y qué es aquello que nos hace singulares como personas, como ciudadanos, como nación? Sin las Humanidades no es posible traer al presente las lecciones del pasado, ni comprender mejor lo que nos hace humanos a través del arte y otras manifestaciones de la cultura, ni dotar a los acelerados cambios científicos y tecnológicos de un marco ético. Sin las Ciencias Sociales -como la Economía, la Sociología, la Geografía-, no es posible transformar el crecimiento económico en verdadero desarrollo: aquel que, más que riqueza, lo que crea es una sociedad equitativa, justa, creativa, humana.
Textos y entrevistas del sitio: Carmen Sepúlveda, periodista.

El decálogo de Carlin

Mayo, 2015 | Cultura, Economía, Videos, Visitas

John Carlin 

Compartir esta publicación

EmailFacebookWhatsAppTwitter

Su paso por el periodismo es extenso sobretodo en hitos que cambiaron el mundo como fue el día de la liberación del líder Nelson Mandela. Invitado a inaugurar el año académico de la Escuela de Periodismo de la UAH, John Carlin entregó parte de la fórmula de su trabajo: asumir la indignidad del reporteo y adorar el primer párrafo de una crónica. “Ahí está Dios”, dice.

John Carlin es periodista, especializado en Política y Deportes, y escritor. Fue corresponsal en Sudáfrica para ‘The Independent’ de 1989 a 1995. Actualmente vive en España y trabaja para el diario ‘El País’. Es autor de ‘El factor humano’ (Seix Barral), libro en el que se basó la película ‘Invictus’, de Clint Eastwood, sobre la final del Mundial de Rugby de 1995, que ganó Sudáfrica después de muchos años de boicot deportivo por el Apartheid. De visita en la Escuela de Periodismo de la UAH, conversó con estudiantes del oficio de reportear. Bajo su olfato existen ciertos  mandamientos fundamentales para llegar a hacer periodismo de excelencia. Aquí su decálogo:

El primer párrafo es Dios: Para Carlin lo más importante de un relato está en las primeras líneas.  Es ahí donde se  aloja la seducción fatal que hace posible que el que lea no suelte la historia. El tercer y cuarto párrafo también son importantes, porque a la mayor cantidad de gente posible.
Hacer los contactos antes de llegar al lugar: Muchas veces los corresponsales llegan a sitios conflictivos donde saben sólo el idioma, una clave es comunicarse antes con las fuentes que podrán ayudar a identificar el cómo, cuándo y dónde. Si se encuentra con una cantidad de colegas que llevan meses en la cobertura, lo sensato es juntarse con ellos, pero no olvidar que “si escribo un reportaje propio, quiero verlo con mis propios ojos”.
No es necesario saberlo todo, sí sorprenderse.
La indignidad del oficio: Asumir que parte del trabajo es rogar hasta que duela para que te respondan una pregunta, entrevista o solicitud de lo que sea.
No siempre hay que mantener la “imparcialidad”, sobre todo cuando se cubren hechos como el apartheid en Sudáfrica donde se ven cosas horribles.
Capacidad de trabajo y mente fría: John Carlin reconoce que el 11 de febrero de 1990 fue el día más duro de su vida laboral, cuando tuvo que cubrir la liberación de Nelson Mandela y escribir sin parar. Recuerda que cuando le informaron que iría un equipo de refuerzo, llamó a la casa del editor y en 10 minutos planearon lo que se iba a cubrir. “La mente fría”, es necesaria para ordenar las coberturas: historia dura del hecho, historia de color, reacciones de derecha e izquierda y análisis. Punto.
La oportunidad: John Carlin tuvo la posibilidad de estar en la primera rueda de prensa de Nelson Mandela libre, cuando vio su sonrisa y esa seductora forma de atender a la prensa, supo que estaba frente al líder más importante que iba a conocer en su vida.
Buscar la relevancia global: Cualquier hecho, historia o perfil debe tener el ingrediente que pueda relacionarse con fenómenos mundiales.
Humildad: Reconocer que lo se escribe no es la verdad, sólo una aproximación honesta de un hecho.
Molestar hasta el infinito: Cuando la corrupción se ha instalado en un país democrático el rol del periodista es “seguir molestando”, como si fuese un insecto enano con hambre.
Dar el máximo: El esfuerzo adicional y hacer el trabajo lo  mejor que se pueda, en las circunstancias que sean, es la actitud que un buen reportero debe tener. Nunca pensar: “qué más da, lo dejo hasta aquí, si me lo van a aceptar”.

Links UAH: 
Facultad de Ciencias Sociales
Escuela de Periodismo
Postgrado UAH
Ediciones UAH

Otras publicaciones que te pueden interesar