¿Por qué?

Vivimos en un mundo definido por la velocidad de los cambios. Un mundo que necesita cada vez más de ideas, de pensamientos, de valores humanistas, de la empatía. ¿Cómo dotamos de significado a los cambios de hoy?
Quienes se desenvuelven en las Humanidades y en las Ciencias Sociales suelen ser quienes plantean las preguntas esenciales. Los que cuestionan el status quo. Los que, en medio del vertiginoso ritmo de la inmediatez, de los resultados, de la productividad, se preguntan por el sentido de lo que hacemos, el sentido del ser humano.
¿De qué modo participamos en la globalización si no comprendemos quiénes somos y qué es aquello que nos hace singulares como personas, como ciudadanos, como nación? Sin las Humanidades no es posible traer al presente las lecciones del pasado, ni comprender mejor lo que nos hace humanos a través del arte y otras manifestaciones de la cultura, ni dotar a los acelerados cambios científicos y tecnológicos de un marco ético. Sin las Ciencias Sociales -como la Economía, la Sociología, la Geografía-, no es posible transformar el crecimiento económico en verdadero desarrollo: aquel que, más que riqueza, lo que crea es una sociedad equitativa, justa, creativa, humana.
Textos y entrevistas del sitio: Carmen Sepúlveda, periodista.

Construcción de viviendas: la salida para enfrentar la recesión pospandemia

Noviembre, 2022 | Calidad de vida, Covid-19, Economía, Entrevista, Home UAH, Sociedad

Felipe Livert

Académico del Departamento de Política y Gobierno de la Universidad Alberto Hurtado

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Estudio de la Cepal realizado por el académico del Departamento de Política y Gobierno de la Universidad Alberto Hurtado, Felipe Livert, considera que por cada millón de dólares que se invierta en construir viviendas se generarían 85 empleos, se reactivarían las industrias complementarias al sector y el impacto final sería de casi un punto en el PIB. ¿Qué tan válida es esta propuesta para Chile? «El MINVU tiene el objetivo de reducir el déficit de vivienda y nosotros le pasamos este informe a ellos », sostiene el académico.

por Carmen Sepúlveda

La pandemia del COVID-19 ha tenido fuertes efectos sobre el modo de vida de las personas y profundas consecuencias en el crecimiento económico y el desarrollo social de las naciones. Según la Cepal, la cuantiosa pérdida de empleo en 2020 habría llegado a la suma de 11,6 millones de desocupados más que en 2019, que impacta directamente en el aumento de la pobreza y la desigualdad al interior de los países de la región. Frente a este escenario, una propuesta para aumentar el crecimiento es construir más, cumplir con la promesa de la casa propia y en consecuencia reactivar la economía.

El análisis es del estudio «Efectos socioeconómicos de la construcción de viviendas en la reactivación pos-COVID-19: inversión y empleo sectorial en Chile, Colombia, el Ecuador, México, el Perú y la República Dominicana», realizado por el académico de la Universidad Alberto Hurtado.

Para el académico, el sector de la construcción es uno de los sectores con mayor potencialidad para una reactivación sostenible de las ciudades de América Latina. De manera directa contribuye a cerrar la brecha de cobertura de vivienda, su impulso significa una oportunidad para lograr ciudades más inclusivas, seguras y resilientes. A la par, ofrece posibilidades de fortalecimiento de cadenas locales de valor que generan empleo y fomentan la actividad económica.

Según el académico, el estudio detalla que a nivel nacional existe una estimación del déficit potencial, al año 2021, de 588.632 hogares, lo que representa un 9% del total de hogares en el país. Además, revela que el 44% del déficit se localiza en la Región Metropolitana y que junto con las regiones de Valparaíso y Biobío suman el 59%. «Nosotros estimamos que por cada millón de dólares que se invierta en la construcción de viviendas se genera entre 35 y 85 personas empleadas, eso dependiendo del nivel de desarrollo de cada país», dice.

—¿Pero la cifra de nuevos empleos no es muy alta?
—Obviamente, uno esperaría que el efecto fuera más grande, pero el hecho de aumentar la inversión en infraestructura hace que actives otros sectores de la economía, como la industria del acero, la del metal, la del cemento, que son todos insumos que generan encadenamiento y empleo, lo que no es menor si por cada punto de inversión en construcción y vivienda aumenta el PIB en casi un punto.

El contexto de este estudio fue la pospandemia y evaluar el bienestar de las naciones, así como también mejorar la resiliencia de América Latina. Se cuantificó el déficit de vivienda en Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y República Dominicana, empleando una metodología única para permitir un análisis comparado. Se usaron como fuentes de información encuestas de hogares y de empleo de la última década, con el fin de proyectar escenarios de requerimientos de vivienda a 2030.

Según cuenta el académico, la Cepal facilitó las estadísticas para el análisis porque las realidades de los países mencionados son muy diversas. En el caso de Chile con la Casen hay una definición técnica, pero no es igual en todos lados. «La verdad es que este proyecto tomó muchísimo trabajo y si no hubiese contado con la información que me entregaron ellos no lo hubiera podido hacer», señala.

—¿Usted cree que están dadas las condiciones políticas para lograr una mayor inversión en vivienda social?
—El MINVU tiene un objetivo claro: acelerar las barreras burocráticas para reducir el déficit de vivienda. Siempre va a haber déficit, pero la diferencia con otros años es que después de la pandemia aumentó —por el crecimiento de la población, por los bajos ingresos y porque cada vez cuesta más comprar la casa propia—. Este informe se lo entregamos a ellos.

El informe agrega que la relevancia del sector de la construcción no solo se debe a su capacidad generadora de empleo, sino también a las externalidades que genera en el conjunto de la sociedad. Al 2021, en toda América Latina y El Caribe, hay aproximadamente 120 millones de personas que habitan en asentamientos informales y/o con viviendas inadecuadas. Esta situación se ha acrecentado con la pandemia del Covid-19, aumentado la pobreza significativamente y la tasa de desocupación a sus mayores niveles en 30 años, por lo que políticas y programas que apunten a la creación de viviendas adecuadas tendrán un fuerte impacto tanto en la calidad de vida de las familias beneficiadas como en aquellas que accedan a los empleos generados.

Las estimaciones identifican los efectos en el empleo nacional ante un aumento de 1 millón de dólares en el rubro de la construcción para Chile, Colombia, República Dominicana, México, Ecuador y Perú. Estas estimaciones permiten una buena aproximación en términos de análisis por grandes sectores de la economía y su participación e impacto en la participación laboral de cada país. En el caso de Chile, Colombia y México se identifica que una mayor inversión en el subsector de edificios residenciales produce un efecto aún mayor en la creación de empleos, por lo que es posible que se esté subestimando el efecto sobre el empleo al analizar el sector de la construcción en Perú, Ecuador y Republica Dominicana. Esta subestimación se debe a la intensidad del uso mayor de mano de obra en la construcción de edificaciones respecto a las obras de ingeniería civil.

El informe completo se puede consultar en este link.

Links UAH:
Felipe Livert, Académico del Departamento de Política y Gobierno UAH
Postgrado UAH
Ediciones UAH

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